A las ocho llegó el autobús y como siempre, hicimos cadena para meter todas las mochilas allí. El viaje duró dos horas, llegamos allí a las 11. Metimos las mochilas dentro antes de ir a nuestra habitación. Era muy, muy pequeña para 10 rangers, pero como somos muy cabezotas, nos metimos en el cuarto (mentira la verdad es que queríamos la habitación grande de los rutas pero los responsables no nos dejaron cambiarnos. Sinceramente, llevaban razón) Como obviamente allí no cabían 10 aislantes, cubrimos todo el suelo con 7 u 8 y pusimos los sacos encima, de forma que estábamos todos medianamente cómodos. A todo esto, (dato importante) estaba lloviendo. Entonces, después de estar un rato hablando, empezó a escampar y se nos ocurrió la maravillosa idea de salir a dar un paseo al bosque de alrededor con Racha y Luis (Rosa y Samu no pudieron venir). Empezamos a andar por un sendero (todo lleno de mosquitos por la humedad) cuando nos desviamos siguiendo a una perra que nos habíamos encontrado. Empezamos a hablar sobre internet parados en un claro. En medio del debate, empezó a chispear y decidimos volver a la casa. ¿Qué pasó? Que por haber seguido a la perra, no habíamos perdido. Nadie sabía dónde estaba el cartel que indicaba la casa. Además, era un descontrol porque entre la lluvia que era ya bastante fuerte, el frío, los distintos caminos y los mosquitos, nadie sabía que hacer. Unos querían ir al pueblo y refugiarnos, otros llamar a Ana Rosa (pionerera) otros buscar un árbol que nos protegiera... Al final, optamos por llamar a Ana Rosa que vino a recogernos cuando más o menos, estábamos orientados. Llevaban un buen rato esperándonos para comer, así que empezamos tras cambiarnos de ropa.
Por la tarde dejó de llover, pero fuimos listos y nos quedamos a la vista de la casa jugando a un juego. Luego jugamos con los castores, muy divertido.
Luego empezamos a pensar en la idea sobre el fuego de campamento, que íbamos a hacer esa misma noche. Resolvimos hacer como si fuera una película, que constaría de dos niños que cambiaban de canal, el anuncio de colacao, el de las natillas danet y un aviso de anuncio importante, en el que un "peligroso oso" atacaba a los presentadores. Para conseguir el oso, llamamos a Osito (Jesús) y le pintamos de negro la cara.
Después fue cuando tocó cenar, y eran tantos los mosquitos que Javier Ballesteros (pionerero) tuvo que ir al pueblo a por incienso para espantarlos.
Después de la cena nos sentamos en el porche y empezamos a ver las actuaciones.
-Castores y lobatos lo hicieron juntos en dos grupos. Uno hizo una casa encantada y otro un programa televisivo (horror! demasiado parecido a lo nuestro!)
-Nosotros al final acabamos improvisando porque lo que habíamos pensado había sido un churro.
-Los pioneros nos pusieron en cadena (uno sentado en la barriga del otro) y empezaron a hacernos reír contando chistes, algunos muy buenos. Luego, finalizada la risoterapia representaron una historia.
-Los rutas nos sorprendieron con una historia que recordaba cosas de antiguos campamentos, bailaban bailes de actualidad y contenía fragmentos de canciones conocidas.
-Lo responsables, que siempre se lo curran bastante, interpretaron una historia sin sentido, pero muy graciosa (sobre todo por cómo iban disfrazados)
Luego, ya nos dormimos. Bueno, en realidad estábamos hablando, la noche de la acampada inaugural no se suele dormir.
By: Ana!
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